La autogestión comunitaria y la participación de ONG´s en el proceso de restauración de posguerra interna y violencia política en comunidades afectadas de América Latina.

El caso de Ayacucho, Perú y Quiché, Guatemala.

Introducción y tema de investigación.

Desde mayo de 1980 hasta los meses finales de 1999, Perú se vio inmerso en un conflicto armado interno de proporciones devastadoras, para el sistema de gobierno y sus instituciones, pero principalmente para el tejido social articulado en las entrañas de un país con altos índices de pobreza y marginación tanto rural como urbana. Las consecuencias políticas, económicas, culturales y sociales que ha dejado el conflicto, hoy siguen siendo parte de la dinámica social y trasfondo de los sujetos sociales que se relacionan en las zonas que fueron objeto de la violencia política. La comunidad misma se ha visto en la necesidad de autogestar las formas de entender y asumir las consecuencias de la violencia generada, así como el reconstituir junto a organizaciones sociales externas, los procesos psico-sociales, sicológicos, económicos, políticos de posguerra.

El conflicto armado interno de Perú[1], iniciado por Sendero Luminoso y que se desarrolló en una dinámica con altos impactos de violencia junto con las Fuerzas del Orden estatal, devino en un fenómeno histórico-político-social-subversivo diferente a las guerrillas latinoamericanas castristas, erigidas a finales de los años 70´s y principios de los 80´s que enarbolaron a la revolución proletaria y campesina como un proceso de liberación nacional y con objeto de la instauración de un nuevo orden político.[2] El impacto del fenómeno de la violencia política que ha marcado a la sociedad peruana es profundo y un tanto distinto. Se reconoce al descubrirse el velo que ha ido mostrando las motivaciones de la violencia, los odios raciales, las órdenes estatales, las violaciones a los derechos fundamentales del ser humano, la tipificación concreta de la violencia que surge desde las desapariciones forzadas hasta las masacres y crueles asesinatos. Esta violencia política vivida en el pasado inmediato, se conecta directa y subjetivamente a la realidad concreta local que hoy se vive en los tiempos de posguerra, no sólo en las imágenes de la violencia del pasado inmediato, sino en el significado, trasfondo y consecuencias de sus manifestaciones.[3]

El departamento de Ayacucho, ubicado en la sierra sur central de Perú, fue el principal escenario de la violencia peruana durante el transcurso del conflicto, con altos índices en los números de muertes, asesinatos y masacres. Del número estimado para el total de víctimas, que es aproximadamente de 69 mil personas[4], se ha calculado que alrededor de 26,259 fueron tan sólo en el Departamento de Ayacucho, lo que representa el 38% de los muertos y desaparecidos en el conflicto armado peruano[5]. Una de las consecuencias principales en el tiempo de violencia fueron los desplazamientos que se dieron desde Ayacucho hacia otras regiones del país, incluyendo la capital peruana de Lima. Se estima que durante los años del conflicto y hasta 1994, alrededor de 180, 000 personas emigraron del campo ayacuchano hacia otras regiones, lo que implicó para ese año un tercio de la población de Ayacucho. Así, como consecuencia de la violencia y bajo las expectativas de una baja en las acciones de guerra interna, a partir de 1994 el proceso de retorno ha sido paulatinamente visible, lo que ha implicado una gran movilización social desde entonces. Para el año 2001, se estima que alrededor del 60% de los habitantes desplazados en Ayacucho habían retornado (Blum: 2001). Viajando por varias comunidades de Ayacucho, en abril de 2005[6], se podía observar que el proceso de retorno aún no había terminado, y que incluso hoy en día existe una movilización de carácter social y no gubernamental en la agenda de retorno y restauración social en Ayacucho, así como en otras comunidades afectadas como el Departamento de Huancavelica (Guzmán: 2008).

Continuando con la misma idea, cabe señalar que el conflicto armado dejó como consecuencias un amplio espectro de problemas para analizar y resolver en el carácter político, social, político-ideológico, económico, cultural, tanto de manera local como nacional. Las instancias gubernamentales que realizaron trabajos en relación al proceso de reconstrucción entre 1994 y 2002 fueron principalmente el Programa Estatal de Apoyo al Repoblamiento (PAR) y el Fondo Nacional de Compensación y Desarrollo Social (FONCODES), realizando inversiones en infraestructura y apoyos agrarios. Sin embargo, la agenda oficial gubernamental en el tiempo de posguerra (que prácticamente es desde el año 2000 hasta nuestros días) ha ido cambiando de giro y enfoque al irse presentando nuevos problemas que resolver en la sociedad y política actual de Perú, dejando en el olvido, quizá de manera natural, la agenda vigente en el trabajo de reconstrucción y restauración de la base social indígena y serrana, que en los últimos años ha emprendido el difícil retorno a la vida cotidiana local. Dicho sector del tejido social hoy sigue articulándose con secuelas por la violencia política, teniendo presente en la memoria colectiva la necesidad de “regresar a casa, reconstruir y no olvidar” para sobrellevar los tiempos de profunda violencia y resentimientos sociales que se despertaron en su pasado inmediato.

Es ahí donde la agenda de restauración comunal, política, cultural, social, económica de fondo, ha pasado esencialmente a manos de la misma comunidad local, a su vez que se ha venido articulando a Organizaciones No Gubernamentales (ONG´s) para el entendimiento y regreso a la vida comunitaria restaurada[7]. Dichas ONG´s, representadas principalmente por organizaciones culturales, religiosas, civiles y académicas, así como movimientos sociales de reclamo de justicia nacidos en el tiempo de posguerra, han venido gestando desde la misma comunidad, nuevas formas de entender el pasado de violencia y enfrentar los desafíos sociales que han implicado los procesos de retorno y reconstrucción personal-comunitaria.

¿Cómo las comunidades afectadas por la violencia política están autogestando sus procesos de restauración posguerra desde su propia realidad, y cómo se han incorporado algunas ONG´s para fortalecer estos procesos?

¿Cuáles son las condiciones políticas, sociales y económicas actuales de las comunidades afectadas por los conflictos armados internos en el tiempo de posguerra?

¿Cuáles han sido los proyectos de reconstrucción comunal comprendidas desde el Estado y cuáles han sido sus impactos reales?

¿Bajo que interpretaciones y necesidades las comunidades han creado sus propios procesos de restauración y cómo se han ido articulando las ONG´s? ¿Cuáles han sido los factores para que la comunidad se haya visto forzada o encaminada a forjar proyectos de autogestión para la reconstrucción de la misma creando sus propios medios de reconstrucción de la vida cotidiana comunal?

¿Cuáles son las ONG´s más representativas en el desarrollo de proyectos comunitarios? ¿Cómo dichas organizaciones han ido articulando y comprendiendo nuevas formas de involucrarse en el trabajo de restauración comunitaria, mientras reconocen la realidad social local? ¿Cuál ha sido el impacto concreto en los procesos de restauración de las comunidades?


[1] Denominado “guerra popular y comunista” por Sendero Luminoso, y “terrorismo” por quienes calificaron el modus operandi del senderismo (El Estado, Medios de Comunicación, algunos estudiosos del tema).

[2] KAY, Cristóbal. “Conflicto y violencia en la sociedad rural latinoamericana”. En Klaus Bodemer (Coord.) Violencia y regulación de conflictos en América Latina. Nueva Sociedad ADLAF, Venezuela, 2001.

[3] LOZANO Martínez, F. Javier. “El papel del Estado en la violencia generada frente a la guerra popular de Sendero Luminoso en Perú, 1980-2000”. Tesis. Universidad de Guadalajara. Guadalajara, México, 2008.

[4] El número calculado bajo la metodología aplicada de Estimación de múltiples sistemas, es de 69,280, en un intervalo de confianza de 95%, cuyo límite inferior es de 61,007 y mayor de 77,552 personas.

[5] Hatun Willakuy. Versión abreviada del informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación. CVR: Comisión de Entrega. Lima, Perú. Febrero 2004.

[6] Viaje realizado en investigación de campo para el trabajo de tesis de licenciatura.

[7] Algunas ONG´s que han apoyado en diferentes facetas y dimensiones de restauración comunitaria y reconstrucción son: La Organización Internacional de Migraciones, El KfW de la Cooperación financiera de Alemania, Wolrd Vision International – Perú, la Asociación Cultural Yaycuy Camuy, etc.

[8] CORONEL, José. Entrevista a Profundidad. Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga. Huamanga, Ayacucho, Perú. Abril de 2005.

[9] Ibíd.

[10] GUZMÁN, Angelit. Entrevista vía electrónica. Lima, Perú, 2008.

Deja un comentario